Una travesía emocional desde la infancia En el universo del teatro infantil venezolano, pocas obras logran conjugar ternura, profundidad y ...
Una travesía emocional desde la infancia
En el universo del teatro infantil venezolano, pocas obras logran conjugar ternura, profundidad y técnica escénica como El Mapa invisible. Escrita y dirigida por la comunicadora social Yohanna Querales, esta pieza nos invita a recorrer los recuerdos de Alma, una joven exploradora que transforma su memoria en un mapa invisible lleno de afectos, aprendizajes y descubrimientos. Con la interpretación de la actriz Alma Martínez y el diseño sonoro de Marco Velásquez, la obra se convierte en una experiencia sensorial y reflexiva que interpela tanto a niños como adultos.
Raíces del teatro infantil en Venezuela
El teatro infantil en Venezuela tiene una tradición que se remonta a las primeras décadas del siglo XX, cuando iniciativas pedagógicas comenzaron a incorporar el arte escénico como herramienta formativa. Desde los años 70, con el auge de grupos como Teatro para Niños y La Colmenita, se consolidó una estética que combina juego, educación y participación. En este contexto, El Mapa invisible se inscribe como una propuesta contemporánea que retoma la memoria como eje narrativo, en sintonía con las corrientes latinoamericanas de teatro comunitario y vivencial.
La memoria como territorio escénico
La obra parte de una premisa sencilla pero poderosa: ¿qué pasaría si nuestros recuerdos más preciados pudieran recorrerse como un mapa? Desde esta pregunta, Yohanna Querales construye una dramaturgia que entrelaza episodios de la infancia con elementos simbólicos como brújulas, caminos invisibles y estaciones emocionales. La escenografía minimalista permite que la imaginación del público complete los paisajes, mientras que la música original de Marco Velásquez acompaña cada transición con sutileza y profundidad.
Diseño sonoro como guía emocional
El trabajo de Marco Velásquez en la dirección de sonido no solo ambienta la obra, sino que actúa como un segundo narrador. Cada recuerdo de Alma está asociado a una atmósfera sonora específica: risas lejanas, susurros de hojas, ecos de juegos. Esta estrategia refuerza la conexión emocional del público con la protagonista y convierte el mapa invisible en una experiencia multisensorial.
Trayectoria de las creadoras: Querales y Martínez
Yohanna Querales, licenciada en comunicación social y productora del sistema Misión Cultura, ha dedicado más de una década a la promoción de propuestas escénicas infantiles. Su enfoque combina pedagogía, narrativa testimonial y estética participativa. Por su parte, Alma Martínez ha acumulado tres años de experiencia en montajes teatrales, cuentacuentos y actividades culturales dirigidas a la infancia. Su interpretación en El Mapa invisible destaca por la autenticidad, el manejo corporal y la capacidad de generar empatía con el público.
Testimonios y recepción comunitaria
La obra ha sido presentada en colegios, espacios comunitarios y festivales culturales, generando una recepción cálida y reflexiva. Padres, docentes y niños coinciden en que la pieza permite hablar de temas como el duelo, la nostalgia y la identidad desde una perspectiva accesible y poética. En palabras de una madre espectadora: “Mi hija salió preguntando por sus propios recuerdos, quería dibujar su mapa invisible. Eso no lo logra cualquier obra”.
Un mapa que nos pertenece a todos
El Mapa invisible no solo es una obra de teatro, sino una invitación a reconectar con nuestra historia personal. En tiempos donde la velocidad y el olvido parecen dominar, esta propuesta escénica nos recuerda que la memoria es un acto de resistencia, de ternura y de construcción colectiva. La exploradora Alma nos guía por senderos invisibles que, al recorrerlos, se hacen visibles en nuestra propia experiencia.
Reflexiones finales sobre el poder del recuerdo
La obra logra sintetizar una propuesta artística, educativa y emocional que se inscribe en las mejores tradiciones del teatro infantil venezolano. Su enfoque en la memoria como territorio escénico abre nuevas posibilidades para el trabajo con niños, docentes y comunidades. Además, reafirma el papel del arte como vehículo de transformación y encuentro.
Epílogo: seguir trazando mapas invisibles
Como espectadores, salimos de El Mapa invisible con la certeza de que nuestros recuerdos merecen ser contados, compartidos y celebrados. La obra nos deja con una pregunta abierta: ¿cuál es tu mapa invisible? Desde CuriosoTeatro.com, celebramos esta propuesta que honra la memoria, la infancia y el poder del teatro como herramienta de conexión profunda.