El Día de la Alfabetización, celebrado el 8 de septiembre, promueve el acceso universal a la educación como base para la equidad y el desarr...
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El Día de la Alfabetización, celebrado el 8 de septiembre, promueve el acceso universal a la educación como base para la equidad y el desarrollo global. |
Importancia y origen del Día de la Alfabetización
Cada 8 de septiembre, el mundo conmemora el Día de la Alfabetización, una fecha instituida oficialmente por la UNESCO en 1966 y celebrada por primera vez en 1967. Esta jornada recuerda que la alfabetización no es solo la capacidad de leer y escribir, sino el fundamento de los derechos humanos, la equidad y la participación social. Al otorgar visibilidad a la alfabetización, gobiernos, organizaciones civiles y comunidades renuevan su compromiso con la educación como motor de desarrollo económico, inclusión social y cohesión cultural.
Más allá de conmemorar una tradición, el Día de la Alfabetización pone en relieve cifras alarmantes: en 2023, alrededor de 754 millones de jóvenes y adultos carecían de competencias básicas de lectura y escritura, y unos 250 millones de niños permanecían fuera de la escuela. Estas cifras evidencian que el analfabetismo sigue siendo un desafío global que exige estrategias integrales, inversión pública y cooperación internacional para garantizar el acceso a la educación para todos.
Orígenes y evolución del Día de la Alfabetización
La Asamblea General de la UNESCO proclamó el 26 de octubre de 1966 el Día de la Alfabetización, estableciendo su celebración anual el 8 de septiembre a partir de 1967. La elección de la fecha responde a la necesidad de sensibilizar a responsables de políticas, educadores y público en general sobre la importancia de alfabetizar a pueblos y comunidades para construir sociedades más justas y sostenibles.
Durante las primeras décadas, las celebraciones se centraron en campañas nacionales de alfabetización en países en vías de desarrollo. En la década de 1990, tras incluir el tema en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), la alfabetización cobró relevancia como base para erradicar la pobreza y promover la igualdad de género. En 2015, con la Agenda 2030 de la ONU, la alfabetización pasó a integrarse en el Objetivo 4 de Educación de Calidad, consolidando su papel en la construcción de sociedades pacíficas, inclusivas y prósperas.
Desafíos y avances en alfabetización global
El siglo XXI plantea un doble reto: combatir el analfabetismo tradicional y atender las nuevas brechas de la alfabetización digital y mediática. Por un lado, el progreso en tasas de alfabetización ha sido notable: la UNESCO estima que, entre 2000 y 2020, el porcentaje de adultos alfabetizados creció del 76 % al 86 %. Sin embargo, aún quedan regiones con índices por debajo del 60 %, especialmente en África Subsahariana y Asia Meridional.
Por otro lado, la digitalización exige competencias más complejas: saber usar herramientas tecnológicas, evaluar información en línea y producir contenidos digitales. Estas habilidades son cruciales para el acceso al mercado laboral y la participación democrática. La UNESCO define la “alfabetización en la era digital” como la capacidad de acceder, comprender, evaluar, crear y comunicar información digital de forma segura y ética, lo que añade un nuevo nivel de complejidad a las políticas educativas y a las intervenciones de alfabetización.
La alfabetización digital: competencias y brechas
La alfabetización digital se ha convertido en un elemento clave para ejercer la ciudadanía en un mundo hiperconectado. Se calcula que más de 2 mil millones de personas carecen de acceso a Internet, lo que agrava la brecha entre quienes pueden aprovechar recursos educativos en línea y quienes permanecen excluidos. Además, existen diferencias significativas según el género: en regiones de bajos ingresos, las mujeres tienen un 25 % menos de probabilidades de estar alfabetizadas digitalmente que los hombres.
Para cerrar esta brecha, gobiernos y organizaciones promueven iniciativas como centros comunitarios de acceso digital, formación docente especializada y programas de sensibilización en zonas rurales. La meta es capacitar a jóvenes y adultos para que no solo aprendan a leer y escribir, sino también a navegar con seguridad en entornos digitales, identificar fake news y utilizar la tecnología para generar oportunidades económicas.
Ejemplos inspiradores de programas de alfabetización
Entre los casos de éxito que destacan en el Día de la Alfabetización, sobresale el programa “Leer para Crecer” en Brasil. Lanzado en 2006, esta iniciativa distribuye libros bilingües y capacita a mediadores de lectura en comunidades vulnerables, logrando que más de un millón de niños entren en contacto con la literatura antes de cumplir diez años.
También merece mención “Room to Read”, ONG global que desde 2000 ha construido bibliotecas escolares y desarrollado currículos de alfabetización en 20 países de Asia y África. Gracias a alianzas con gobiernos locales, ha beneficiado a más de 20 millones de niños y creado más de 28 000 bibliotecas comunitarias.
En Venezuela, destacan iniciativas municipales que, bajo la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, han establecido bibliobuses y academias de alfabetización para adultos mayores. Estos programas vinculan a voluntarios universitarios con instituciones culturales, fortaleciendo el tejido comunitario y promoviendo la inclusión de grupos históricamente marginados.
Lecciones aprendidas y perspectivas futuras
La celebración del Día de la Alfabetización nos deja lecciones claras: primero, la alfabetización es un derecho humano fundamental y condición para ejercer otros derechos. Segundo, las políticas públicas deben ser multisectoriales, involucrando salud, género, tecnología y cultura. Tercero, el enfoque debe adaptarse a las realidades locales, combinando métodos presenciales y digitales.
Mirando al futuro, la alfabetización deberá integrar habilidades del siglo XXI: pensamiento crítico, resolución de problemas complejos y colaboración digital. La UNESCO y sus socios trabajan en indicadores globales que permitan monitorear no solo la habilidad de leer y escribir, sino también la capacidad de usar esa competencia para generar cambio social y económico.
Invitación a la acción por la alfabetización
Cada lector puede sumarse al Día de la Alfabetización. Organiza actividades de lectura en tu comunidad, dona libros, ofrece tu tiempo como voluntario o promueve la alfabetización digital entre familiares y amigos. Pequeñas acciones, multiplicadas a escala, contribuyen a reducir las brechas y a construir sociedades más justas y equitativas.
Al reflexionar sobre el viaje que inició en 1967, celebramos los avances alcanzados, reconocemos los retos pendientes y renovamos nuestro compromiso con la alfabetización como pilar del desarrollo sostenible. Comparte este artículo y sé parte activa de la transformación global que garantiza el derecho a leer y escribir para todos.