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Virgilio Arrieta: artista integral, sembrador cultural y voz de Venezuela

Introducción: el arte como raíz y destino En el vasto panorama cultural venezolano, pocos nombres resuenan con la fuerza, coherencia y ver...



Introducción: el arte como raíz y destino


En el vasto panorama cultural venezolano, pocos nombres resuenan con la fuerza, coherencia y versatilidad de Virgilio Arrieta. Artista plástico, cantautor, escritor, locutor, muralista y pedagogo, su obra no se limita a una disciplina: es un tejido vivo que entrelaza música, imagen, palabra y memoria. Nacido en El Limón, estado Aragua, en 1955, Arrieta ha dedicado más de cuatro décadas a construir un legado que honra las raíces venezolanas y las proyecta con sensibilidad contemporánea. Este artículo investigativo y biográfico se propone explorar su trayectoria desde una perspectiva multidisciplinaria, revelando cómo su trabajo ha influido en el imaginario colectivo, en la formación artística de nuevas generaciones y en la consolidación de una identidad cultural profundamente humanista. A través de murales, canciones, libros y proyectos comunitarios, Virgilio Arrieta ha sembrado cultura con rigor, belleza y propósito.


Orígenes y formación: entre la contaduría y la creación


Aunque su vocación artística se manifestó desde temprana edad, Arrieta cursó estudios formales en contaduría pública, obteniendo su título en la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado (UCLA) en 1983. Esta formación técnica le otorgó una estructura metodológica que luego aplicaría en sus procesos creativos, editoriales y pedagógicos. 

Sin embargo, su verdadera escuela fue la vida: los paisajes de El Limón, los talleres universitarios, los encuentros con comunidades, y una constante exploración autodidacta que lo llevó a dominar el retrato, la pintura simbólica y la composición musical. 

Su certificación como locutor en 1991 (N.º 17642) y su participación en el Taller SIRCHAL (2005), promovido por la Embajada de Francia y la Alcaldía de Iribarren, evidencian una búsqueda constante de herramientas para comunicar, educar y transformar. En 2013, fue avalado como conferencista por la Sociedad Venezolana de Neurología, lo que reafirma su capacidad para integrar arte y ciencia en espacios formativos.


Trayectoria plástica: del retrato al muralismo simbólico


La obra plástica de Virgilio Arrieta se caracteriza por una evolución estética que va del retrato clásico a una propuesta simbólica-minimalista. Sus personajes unilineales, sus miradas profundas y sus composiciones poéticas han sido expuestas en Venezuela, Italia, Portugal y España. Cada trazo suyo es una declaración de identidad, una búsqueda de lo esencial. Entre sus murales más emblemáticos destacan:

  • “Ah Mundo Barquisimeto” (2005): pigmento sobre gres, 224 m², ubicado en el Rectorado de la UCLA. Declarado Bien de Interés Cultural.
  • “Divina Pastora” (2007): mural devocional en Barquisimeto.
  • “Septeto de Jazz” (2008): mural en el Lidotel Sambil, que fusiona música y color.
  • “Universidad José Antonio Páez” (2010): mural académico en Valencia.
  • “ASCARDIO” (2021): mural institucional que representa la salud como arte.
Cada obra muralística de Arrieta es una síntesis de técnica, narrativa y sensibilidad social. Son espacios de contemplación, memoria y encuentro.


Discografía y legado musical: más de 300 canciones para Venezuela


Como cantautor, Virgilio Arrieta ha compuesto más de 300 canciones, muchas de ellas interpretadas por íconos de la música venezolana como Simón Díaz, Oscar D’León, Serenata Guayanesa, Gualberto Ibarreto y Argenis Carruyo. Su música combina poesía, crítica social, devoción y alegría, con un profundo respeto por las formas tradicionales. Entre sus álbumes destacan:

  • “Un camino y una estrella”
  • “Arcilla, camino y sol”
  • “El amor es la vida”
  • “Agua Bendita”
  • “Corazón Venezolano”
Premios como el Festival Música Pampero (1988) por “Solo diez años” y el Premio Ronda (1989) por la gaita “Quien como yo” validan su impacto en el panorama musical. Su participación en giras internacionales, como “Música y Colores de Venezuela” (Italia, 1995) y el Festival de Aberdeen (Escocia, 1998), lo consolidan como embajador cultural.




Además, fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de Venezuela el 16 de agosto de 2025, mediante certificado otorgado por el Instituto de Patrimonio Cultural y el Ministerio del Poder Popular para la Cultura. El reconocimiento fue entregado por el viceministro Ignacio Barreto, quien destacó el compromiso de este ícono musical con la preservación y difusión del legado de la música popular venezolana.


Literatura y comunicación: la palabra como puente


En 2012, Arrieta publicó el libro “Cuento Hasta Diez”, una obra que combina narrativa breve, ilustración y pedagogía. Su enfoque literario es íntimo, reflexivo y accesible, dirigido especialmente a niños y jóvenes. Como locutor y productor televisivo, dirigió el programa “El Alma de los Pueblos” (1992–1999), y produjo ocho “Mensajes Navideños” para Promar Televisión, donde integró música, poesía y valores. Su capacidad comunicacional ha sido clave en la difusión de contenidos culturales, siempre con una estética cuidada y una ética comprometida.


Reconocimientos y distinciones: una vida celebrada por su país


Virgilio Arrieta ha recibido más de 20 reconocimientos oficiales, entre ellos:

  • Premio Nacional de Folklore (1994)
  • Orden General Juan Jacinto Lara (1999)
  • Embajador Cultural del Estado Lara (2001)
  • Epónimo de la XXV Promoción de la Universidad Yacambú (2006)
  • Orden Juan Guillermo Iribarren (2015)
  • Medalla Institucional de la UCLA (2024)
  • Orden Antonio Carrillo al Mérito Musical (2025)
  • Hijo Ilustre del Municipio Crespo (2025)
Estos galardones no solo reconocen su talento, sino también su impacto en la formación cultural del país.


Educador, mentor y sembrador de talentos


Arrieta ha sido formador de agrupaciones juveniles como Bahareque y Santoral, con las que produjo más de 30 composiciones. Su rol como jurado en festivales internacionales, como el de Villavicencio (Colombia, 1997), y su participación en proyectos comunitarios lo convierten en un referente pedagógico. Su enfoque educativo se basa en la integración de disciplinas, el respeto por la tradición y la promoción de valores. Ha dictado talleres, conferencias y asesorías en instituciones públicas y privadas, siempre con una visión humanista y transformadora.


Conclusión: un legado que trasciende generaciones


Virgilio Arrieta no es solo un artista: es un arquitecto de la cultura venezolana. Su obra, diversa y coherente, ha logrado conectar con públicos de todas las edades, regiones y contextos. En tiempos de incertidumbre, su arte ofrece refugio, inspiración y sentido. Su legado es una invitación a reconectar con lo esencial: la raíz, la belleza


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