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¡Donde la Cultura es la Protagonista!

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Aquiles Nazoa: Sátira Social en los Defectos Animales

Caracas, 11 de octubre de 2025. Grupo de Teatro de la Casona Cultural Aquiles Nazoa" se presentó en la Fundación de Museos Nacionales...



Caracas, 11 de octubre de 2025. Grupo de Teatro de la Casona Cultural Aquiles Nazoa" se presentó en la Fundación de Museos Nacionales "Galería de Arte Nacional" con una muestra teatral "Los Animales y sus Defectos". Bajo la producción de Milagros Martinez.

Réplica al poema “Algunos animales y sus defectos” de Aquiles Nazoa, El libro de los animales, 1991.

De no ser por sus defectos, que los hacen imperfectos, multitud de animalitos pudieran ser muy bonitos.

Lo decía Aquiles Nazoa, con mucho humor en su proa. Ya se fue de este mundo con un sarcasmo algo inmundo.

Si no fuera que recula, muy linda fuera la mula. Pero sería mucho más chula, sin tanta carga cual gula.

Si no fuera por el pico, muy lindo fuera el perico. Y sería el hombre más rico, si no abriese tanto el hocico.

Si no fuera tan cochina, fuera linda la gallina. De sancochos en la esquina, se hace la raza humana asesina.

Si no fuera tan gafa, fuera linda la jirafa. Y con aguardiente por garrafas, se vuelve el ebrio una piltrafa.

Si no fueran tan ingratos, qué lindos fueran los gatos. Y de hombres mojigatos, denme una docena, están baratos.

Si no fuera tan oscuro, qué lindo fuera el zamuro. Aunque entre paredes y muros, el humano es un inmaduro.

La gallineta, qué hermosa, si no fuera tan pavosa. Y entre cábalas peligrosas, el hombre infiel es poca cosa.

Qué bello fuera el marrano, si renunciara al pantano. Con tantos vicios mundanos, es muy insano el humano.

Si tuviera más recato, qué bonito fuera el pato. Y por su cruel maltrato, ese hombre es matón hace rato.

De no ser tan erosivos, qué lindos fueran los chivos. Y altamente corrosivos son los humanos abusivos.

El día en que no nos pinche, será muy bella la chinche. Haciendo el mal son compinches, compadres y su berrinche.

Cuando el violín se le quite, será lindo el mapurite. No deja de tomar desquite el hombre a quien le replique.

Finalmente, el elefante fuera lindo por demás, si lo que tiene delante lo tuviera por detrás. Y nuestro Creador dibujante nos legó su secular paz, pero el hombre beligerante desecha descanso y solaz.

Buscan defectos abundantes a las bestias y animalidad, y no les es preocupante el vicio de armas y criminalidad.


¿Qué es la Sátira Invertida de Aquiles Nazoa y su Relevancia Cultural?


El legado de Aquiles Nazoa (1920-1976), poeta, periodista y humorista venezolano, trasciende la mera colección de versos. Su obra es un espejo cóncavo que distorsiona la realidad para revelar sus verdaderas aristas, una técnica que alcanza su pináculo en la conocida serie de poemas centrada en los defectos de los animales, ejemplificada por su libro “El libro de los animales” de 1991. Este tipo de narrativa, a primera vista sencilla y juguetona, se erige como una de las críticas sociales más agudas y menos confrontacionales de la literatura latinoamericana. Nazoa, quien fue periodista clave en publicaciones como “El Morrocoy Azul” y fundador de “La Pava Macha”, entendió que el humor, más que un fin en sí mismo, es un instrumento subversivo y pedagógico. Su genialidad no residió solo en describir, sino en comparar y, finalmente, invertir la ecuación moral, sugiriendo que los supuestos defectos de la fauna palidecen ante las graves imperfecciones de la humanidad. El análisis de esta sátira social es vital para comprender cómo la cultura popular se convierte en un vehículo de reflexión crítica, especialmente en contextos de inestabilidad social y política, donde la denuncia directa puede ser silenciada. Anticipamos que, al deconstruir su humor, se revela su inquebrantable fe en el ser humano, aunque matizada por una profunda decepción.


Historia del Humor Comprometido de Aquiles Nazoa


El estilo humorístico de Aquiles Nazoa no surgió en el vacío; fue la confluencia de una tradición popular arraigada y una biografía marcada por el compromiso social. Nacido en 1920 en la humilde barriada caraqueña de El Guarataro, el poeta se formó en la escuela de la calle y del autodidactismo, desempeñando oficios variopintos, desde empaquetador en el diario El Universal hasta guía de turistas en el Museo de Bellas Artes. Esta cercanía a lo cotidiano y al “gentilicio caraqueño” alimentó su voz, dándole una autenticidad que pocos intelectuales lograron. En la década de 1940, Nazoa ya destacaba en el periodismo satírico, un género que usó para cuestionar la élite y la dictadura, lo que le costó el exilio en La Paz, Bolivia, hasta el año 1958. Su “Credo”, incluido en la colección “Los Humildes” de 1960, se convirtió en un manifiesto de su creencia en las “cosas más sencillas” y en la bondad humana, contrastando radicalmente con la represión política que vivía el país. La publicación de “El libro de los animales” en 1991, de carácter póstumo, consolidó una línea temática donde el animal se usa como vehículo de crítica. No obstante, la génesis de esta sátira social de Aquiles Nazoa data de mucho antes, en poemas y crónicas que ya humanizaban a la fauna para hablar de los vicios y virtudes de Caracas. El escritor venezolano se inscribe en una larga tradición de humor en verso en Latinoamérica, pero su habilidad para fusionar la métrica impecable con la ternura y la ironía lo hizo único. La esencia de su humor, como él mismo lo concibió, es ser una “actitud subversiva frente al mundo” que usa un instrumento no violento para criticar sin odiar.


Datos Clave sobre la Comparación de Defectos Humanos y Animales en la Sátira


El análisis estructural del poema “Algunos animales y sus defectos” revela un mecanismo literario sofisticado que va más allá de la rima simple. Cada pareado establece un paralelismo entre un defecto animal y una analogía o consecuencia humana, lo que según estudiosos de la literatura popular, funciona como un “saber regocijante” que invita a la meditación. Por ejemplo, la mula, cuya belleza es opacada por su testarudez ("si no fuera que recula"), se vincula a la “carga cual gula”, una posible referencia a la avaricia o a la sobreexplotación social. La gallina, “tan cochina”, se asocia directamente a la “raza humana asesina” a través de “sancochos en la esquina”, un giro oscuro que confronta la trivialidad del defecto animal con la gravedad de la acción humana. La jirafa, que sería “linda” si no fuera “tan gafa”, se compara con el “ebrio [que] se vuelve una piltrafa” por el consumo excesivo de aguardiente. Esta estructura no es casual; el poeta utiliza la hipérbole y la ironía para desplazar la atención del lector, primero enfocándola en la ligereza de la imperfección zoológica, para luego chocarla abruptamente con la inmoralidad o el vicio humano. La cifra es dramática: de los doce animales mencionados en la réplica, diez se utilizan para establecer una correspondencia crítica directa y negativa con el comportamiento humano. Esto demuestra que el verdadero foco del poema no es la zoología, sino la sociología y la ética, transformando una fábula en una denuncia social.


La Ironía como Mecanismo para Denunciar la Inmadurez y el Vicio Social


En la técnica satírica de Aquiles Nazoa, la ironía es el lubricante que permite la entrada de una crítica dura en un envoltorio suave. La inversión dialéctica, donde el defecto animal es un pretexto para el vicio humano, se mantiene constante. El perro, que en otras obras del autor es un símbolo de nobleza, aquí se omite, pero el gato, “tan ingrato”, sí es usado. El paralelo es tajante: “de hombres mojigatos, denme una docena, están baratos”. El “mojigato” es el hipócrita moralizante, el que busca los defectos en la fauna mientras ignora los propios. El “zamuro”, ave asociada a lo oscuro o la carroña, se contrapone al humano que es un “inmaduro” tras “paredes y muros”, sugiriendo la cobardía o el aislamiento moral. Este contraste subraya la tesis central del autor: la inmadurez y el vicio son defectos puramente humanos, no de las bestias. Es notable cómo el poema escala en gravedad, pasando de la terquedad de la mula a la inmadurez, la infidelidad y, finalmente, a la violencia. La mención del hombre que es “matón hace rato” por su “cruel maltrato” al pato, o los humanos “altamente corrosivos” y “abusivos” asociados a los chivos, no solo condenan la crueldad animal, sino que extrapolan esa corrosión a las relaciones sociales. La conclusión, que el humano busca “defectos abundantes a las bestias” sin que le preocupe “el vicio de armas y criminalidad”, sella la crítica al invertir la jerarquía moral y colocar a la sociedad por debajo de la naturaleza.


Obra e Impacto Cultural del Humorista de las Cosas Sencillas


Representaciones Culturales en el Lenguaje y la Memoria Colectiva


El impacto cultural de Aquiles Nazoa va más allá de la recitación de sus poemas en las escuelas. Su obra se ha incrustado en el lenguaje cotidiano y en la memoria colectiva venezolana. Al crear arquetipos a través del humor, Nazoa facilitó un vocabulario compartido para la crítica social. Por ejemplo, la figura del “transeúnte sonreído” de su obra homónima es un retrato de la resiliencia y la ironía del ciudadano común. Su rescate de las expresiones autóctonas y su defensa del teatro de muñecos “Cachiporra” demostraron su compromiso con una cultura popular que él consideraba auténtica y subvalorada frente a las imitaciones extranjeras. Su humor no busca solo la risa, sino la identificación, el reconocimiento de los vicios y absurdos propios en el espejo literario. La vigencia de sus poemas sobre defectos de animales y su aplicación a la realidad humana, como demuestra la reciente presentación teatral mencionada en la Galería de Arte Nacional, prueba que su mensaje no es un artefacto histórico, sino una herramienta viva para la reflexión ética contemporánea. La obra de Nazoa es estudiada en programas de posgrado en universidades, como la Universidad Central de Venezuela (UCV), lo que ratifica su trascendencia más allá del entretenimiento.


Publicaciones, Reconocimientos e Influencias de la Sátira de Nazoa


La vasta producción de Nazoa abarcó el periodismo, el ensayo y la poesía, dejando títulos esenciales como “Aniversario del color” (1943), “El transeúnte sonreído” (1945), “El ruiseñor de Catuche” (1950) y los ensayos “Caracas, física y espiritual” (1966). Su trabajo fue reconocido con el Premio Nacional de Periodismo en 1948. Sin embargo, su mayor reconocimiento reside en su influencia sobre generaciones de humoristas y escritores. Nazoa demostró que la sátira social, al ser versificada y cercana, podía ser un arma de doble filo: profundamente popular y rigurosamente intelectual. Su dominio de la métrica clásica (décimas, sonetos) aplicado a temas costumbristas y cotidianos elevó el humor a una categoría artística. Su hermano, Aníbal Nazoa, también poeta, compartió esta sensibilidad por lo popular, consolidando un linaje de humoristas críticos. En la sátira moderna, la fórmula de Nazoa —ternura, compromiso, crítica sin odio— es un modelo que continúa inspirando a columnistas y monologuistas, quienes a menudo recurren a la figura del absurdo o del animal humanizado para despojar de solemnidad los temas más serios. No se trata solo de los premios, sino de la creación de una cátedra libre de humorismo con su nombre, inaugurada en 1980, lo que subraya su legado como maestro del pensamiento irónico.


Ejemplos Reales de Vicios Humanos Reflejados en la Fauna Nazoana


Para comprender la profundidad de la crítica, es útil situar los defectos animales en el contexto de la sociedad que Nazoa observaba. El defecto del elefante (“si lo que tiene delante lo tuviera por detrás”) es un ejemplo clásico de cómo el autor utiliza la física grotesca para señalar un despropósito. Este despropósito, el “elefante” que solo es “lindo por demás” si cambiara su anatomía, es el preludio a la reflexión final sobre el hombre “beligerante” que desecha “descanso y solaz” a pesar de la “secular paz” legada por el Creador. Es decir, el defecto físico y trivial del elefante es una insignificancia frente al defecto moral y destructor del ser humano. En sus crónicas, Nazoa ya había usado alegorías animales para criticar la política, como en su relato “La Historia de un Caballo que era Bien Bonito”, que era una mordaz representación del autoritarismo de un equino gobernando un pueblo a su antojo. En este sentido, cada animal del poema se convierte en un arquetipo social: la mula representa al necio que se sobrecarga o al obstinado que no avanza; el perico, al charlatán que abre demasiado el “hocico” sin decir nada de valor; el marrano, al vicioso que no puede renunciar al “pantano” de los placeres mundanos. Estos no son solo animales; son el reflejo de una galería de personajes que habitaban las calles de Caracas en los años 50 y 60, personajes que, según el poeta, estaban más preocupados por las apariencias o el vicio que por la solidaridad o la justicia.


Impacto Actual de la Sátira de Aquiles Nazoa sobre los Defectos de Animales y Humanos


La obra de Aquiles Nazoa mantiene una resonancia singular en la sociedad contemporánea, marcada por la polarización y la crítica superficial. La lectura de su sátira, especialmente la que usa el prisma animal, funciona hoy como un antídoto contra la hipocresía en la era de la autocondena y la autojustificación. Al denunciar la tendencia humana a buscar “defectos abundantes a las bestias”, Nazoa critica de manera preventiva la cultura de la condena fácil. El poema es un llamado a la introspección: antes de señalar la “cochinada” de la gallina, el lector debe confrontar la propia “raza humana asesina”. Este mecanismo de espejo es esencial en un momento donde las redes sociales exacerban el juicio moral sin una base crítica profunda. Además, en el contexto de la crisis ambiental global, la sátira social adquiere una capa adicional de significado. La degradación moral del humano que Nazoa describe a través de los vicios mundanos está intrínsecamente ligada al maltrato del entorno natural y animal, un tema que se ha vuelto una urgencia ética a nivel mundial, más de cuarenta años después de su fallecimiento. Su tono reflexivo y crítico, lejos de ser enciclopédico, mantiene su voz como un faro para aquellos que buscan una crítica social fundamentada en el amor y no en el odio.


Reflexión Final sobre el Legado de Aquiles Nazoa y la Crítica Ética


El análisis exhaustivo de la obra satírica de Aquiles Nazoa sobre los defectos animales nos lleva a una conclusión inevitable: el poeta utilizó la fauna como un pretexto magistral para radiografiar las miserias humanas. Los hallazgos confirman que su intención no era la zoología humorística, sino la ética social. Al confrontar al lector con la ligereza de la imperfección animal y la pesadez del vicio humano (avaricia, hipocresía, violencia), Nazoa cumplió con su visión del humorismo como un acto de subversión no violenta y profundamente comprometido. Las proyecciones futuras de su legado son claras: mientras persistan la injusticia, la inmadurez moral y el deseo humano de buscar fallas ajenas para evadir las propias, la voz de Nazoa seguirá siendo relevante. Su insistencia en el amor, la ternura y la sencillez, como contrapunto a la corrupción y la violencia, es un recordatorio de que la crítica más efectiva es aquella que se hace desde la fe en la posibilidad de redención. El “Ruiseñor de Catuche” no solo dejó versos memorables; legó una metodología para la crítica cultural, demostrando que para cambiar el mundo, a veces basta con una risa, si esta risa es lo suficientemente aguda como para romper la coraza de la hipocresía. El Grupo Estable de Teatro de la Casona Cultural Aquiles Nazoa, dirigido por Milagros Martínez, es una muestra viva de este legado, adaptando la poesía del maestro Nazoa al escenario para mantener vigente su crítica social y su ternura, como se evidencia en montajes recientes como “Vacaciones de Semana Santa” o “El Perro de al Lado”, reportados por CuriosoTeatro Global.

La obra de teatro “Vacaciones de Semana Santa” es relevante porque es una de las producciones del grupo de teatro de la Casona Cultural Aquiles Nazoa bajo la dirección de Milagros Martínez, confirmando la actividad reportada en el inicio del artículo. Vacaciones de Semana Santa: legado teatral de Aquiles Nazoa


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