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XXVIII Velorio de la Cruz de Mayo en La Trapatiesta UCV

Caracas, Venezuela – 22 de mayo de 2025.  La Dirección de Cultura UCV, se complace en presentar el XXVIII Velorio de la Cruz de Mayo de La T...




Caracas, Venezuela – 22 de mayo de 2025. La Dirección de Cultura UCV, se complace en presentar el XXVIII Velorio de la Cruz de Mayo de La Trapatiesta UCV, un hito cultural y emocional que fusiona tradición, devoción y el poder unificador de la comunidad.  

Este evento se llevó a cabo en el emblemático espacio "Tierra de Nadie", ubicado junto al mural del ilustre Mateo Manaure, en la Universidad Central de Venezuela.  

Con la llegada de la temporada de lluvias, las tierras se preparan para la siembra y, simbólicamente, la celebración del velorio se erige como una ofrenda de gratitud a la naturaleza y a la fe que ha guiado a los venezolanos durante siglos.  

Bajo la dirección de cultura y la maestra Carmen Ortiz, La Trapatiesta UCV invita a lugareños y visitantes a sumergirse en un recorrido musical y espiritual que celebra la devoción popular hacia la Santa Cruz. En este encuentro, la protagonista es la tradición del velorio, un rito ancestral que entrelaza el folclore indígena con elementos cristiandad, evocando antiguas promesas y la esperanza de fertilidad y prosperidad para el año venidero.



Contexto Histórico y Relevancia Actual


El origen de la celebración de la Cruz de Mayo o Santo Madero se remonta, según la tradición, a la época en que Santa Elena descubrió la cruz que más tarde se vinculó a la figura de Cristo. Este hallazgo, fechado en el año 324, fue reinterpretado a lo largo de los siglos y fusionado con ritos indígenas y costumbres agrarias, convirtiendo el símbolo de la cruz en un puente entre la fe cristiana y el legado precolombino. La adopción de esta festividad no solo marcó el inicio del ciclo de lluvias y cosechas, sino que también acentuó la importancia de honrar la fertilidad de la tierra y la continuidad de la vida.

A lo largo de la historia, la Cruz de Mayo ha cobrado múltiples significados: de ritual religioso se transformó en una manifestación cultural que convoca a comunidades enteras a dialogar con su identidad y a reafirmar sus raíces. Esta doble connotación permite que el velorio sea, al mismo tiempo, una muestra de fe y un homenaje a las tradiciones ancestrales, haciendo del evento un momento de encuentro entre generaciones y comunidades. En este sentido, la celebración se erige como un monitor de la evolución cultural venezolana, donde lo ancestral y lo contemporáneo se unen estrechamente.



Análisis Detallado y Evidencia de la Tradición


El evento del velorio de la Cruz se caracteriza por una estructura ritual que invita a la reflexión y a la participación colectiva. La jornada dará inicio con una ceremonia solemne en la que se expondrán cantos tradicionales y decimistas que relatos y elogian la devoción hacia la Santa Cruz. En este rito, los decimistas y cantantes venezolanos desempeñarán un papel central, utilizando versiones musicales y poéticas que han sido transmitidas de generación en generación, lo que refuerza el valor histórico y emocional del acto.

La musicalidad es uno de los pilares de este encuentro. Los acordes y compases de la música venezolana, expresados a través de galerones, tonos y romances, se fusionan con los cantos que rememoran la historia de la cruz hallada por Santa Elena. Esta fusión resulta en un ambiente cargado de simbolismo y devoción, en el que cada nota se siente como un homenaje a la riqueza cultural y a la fe que ha sustentado a la comunidad durante siglos. Además, la presencia de instrumentos tradicionales y la potencia de las voces en vivo logran que incluso quienes se encuentren sintonizados a través de la transmisión por La Mega 107 FM se involucren en la experiencia.

La elección del lugar, "Tierra de Nadie", agrega una dimensión extra al evento: es en este escenario, históricamente cargado de simbolismos y anécdotas, donde se reafirman los lazos comunitarios y se reconoce la importancia de preservar los espacios culturales. La proximidad al mural de Mateo Manaure, un verdadero emblema de expresión artística, enriquece la experiencia y conecta visualmente el pasado artístico con la vivencia contemporánea. Los asistentes no solo serán partícipes de un ritual, sino que también recorrerán una ruta de memoria y cultura que subraya la identidad venezolana.



Ejemplos Prácticos y Casos de Estudio


La tradición del velorio de la Cruz ha sido objeto de múltiples estudios y análisis en la literatura cultural venezolana. Un ejemplo destacable es la cobertura realizada en medios especializados que han registrado la evolución de esta celebración, resaltando cómo se ha transformado a lo largo de los años para adaptarse a las necesidades y expectativas de la comunidad. Eventos similares celebrados en diversas regiones del país han servido de inspiración para consolidar formas únicas de expresar la devoción, integrando elementos locales y artísticos que reflejan la diversidad cultural.

Uno de los aspectos más interesantes de esta tradición es la manera en que se ha heredado la costumbre del “velorio”, un rito en el que, en lugar de lamentar la muerte, se celebra la presencia viva de lo sagrado. En otras comunidades, se ha observado la implementación de altares decorados con flores, cintas y otros símbolos que representan la fertilidad y la protección de la tierra. Estas manifestaciones artísticas y rituales no solo engalanan el espacio, sino que promueven un sentido de pertenencia y continuidad que trasciende el tiempo.

Asimismo, la participación de músicos y decimistas, como se ha documentado en diversos casos de estudio, evidencia la importancia de la oralidad y la música en el mantenimiento de las tradiciones. Los decimistas desempeñan un rol crucial, pues a través de sus versos y relatos se mantiene viva la esencia de la celebración, convirtiendo el acto en una narrativa colectiva que refuerza la unión entre el pasado y el presente. El intercambio de historias en cada velorio refuerza el tejido social y fomenta un ambiente de solidaridad, en el que cada voz tiene el poder de recordar, educar y emocionar.

Además, diversas festividades, como la que organiza La Trapatiesta UCV, funcionan como laboratorios culturales en los que se experimenta la integración de elementos rítmicos, visuales y sonoros. Estos encuentros no se limitan a ser simples ceremonias, sino que se convierten en un escenario para el diálogo entre la tradición y la modernidad. La transmisión en vivo desde La Mega 107 FM, por ejemplo, rompe fronteras y permite que incluso quienes se encuentran lejos del lugar del evento compartan en tiempo real la devoción y el fervor colectivo. Esta estrategia de difusión ha demostrado ser exitosa en términos de alcance y participación, haciendo que la celebración sea un punto de encuentro virtual y presencial.


Dimensión Social y Cultural del Encuentro


El velorio de la Cruz de Mayo no es solo una ceremonia religiosa; es una manifestación del espíritu colectivo de una sociedad que valora sus raíces y su historia. La participación activa de la comunidad, amigos, familiares y autoridades representa un testimonio del compromiso de los venezolanos con sus tradiciones. En este sentido, el encuentro se configura como una respuesta a las necesidades de identidad y pertenencia que surgen en un mundo cada vez más globalizado.

El ambiente festivo que se respira durante el velorio es posible gracias a la cuidadosa planificación y organización que exigen eventos de esta magnitud. La coordinación de artistas, músicos y promotores culturales ha sido esencial para garantizar que cada elemento del ritual se desenvuelva con precisión y respeto. Esto ha permitido que, a lo largo del tiempo, la tradición se haya mantenido viva y relevante, adaptándose a los cambios sociales sin perder su esencia histórica. La autenticidad y el respeto por las costumbres locales son pilares fundamentales que han sostenido la longevidad del velorio, inspirando a nuevas generaciones a mantener y reinventar sus prácticas culturales.


Aspectos Gastronómicos y la Convivencia Comunitaria


Un componente insoslayable de este evento es, sin duda, el tradicional sancocho, que cierra la jornada con un acto de generosidad y comunión. El sancocho, reconocido por su sabor y su capacidad para reunir a las personas en torno a una mesa, simboliza la unión y la solidaridad entre los participantes. Este plato, que varía en su receta según la región, se ha convertido en un elemento emblemático en diversas festividades venezolanas, reforzando el vínculo afectivo que se comparte a través de la comida.

La preparación y el consumo del sancocho durante el velorio permiten que los asistentes no solo disfruten de un manjar tradicional, sino que también compartan anécdotas, recuerdos y planes para el futuro. Este acto colectivo de compartir alimentos es una metáfora de la fertilidad de la tierra y de la esperanza en la prosperidad que simboliza la llegada de la temporada de lluvias. La gastronomía, en este contexto, se erige como un puente que une generaciones y reafirma la identidad cultural de la comunidad.


Epílogo


En resumen, el XXVIII Velorio de la Cruz de Mayo de La Trapatiesta UCV es mucho más que un evento ceremonial; es una celebración profunda que une lo ancestral con lo contemporáneo, lo místico con lo cotidiano. En este encuentro, la música, los cantos, el arte y la gastronomía se fusionan para rendir homenaje a una tradición milenaria que sigue viva en el corazón de los venezolanos.

La ceremonia ofrece una ventana al pasado, recordando la historia del hallazgo de la cruz por Santa Elena y su transformación en un símbolo de fertilidad y prosperidad, al mismo tiempo que se proyecta hacia un futuro de unión y continuidad cultural. La presencia de destacados músicos, decimistas y artistas, la selección de un lugar emblemático y la participación tanto presencial como a través de la difusión en vivo, son claros indicadores de que este velorio es un espacio de convergencia social y cultural.

La invitación es abierta y sincera: se trata de honrar nuestras raíces, de conectar con la esencia de lo que nos une y, sobre todo, de celebrar la vida y la identidad venezolana. Este encuentro nos anima a reflexionar sobre la importancia de preservar y transmitir nuestras tradiciones, a través de la música, el arte y la participación comunitaria, y a reconocer que cada ritual, cada canción y cada comida compartida es un homenaje a la resiliencia y la belleza de nuestra cultura.

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