Bienvenida al mundo de Tom y Ana El 17 de agosto de 2025, la Casona Cultural Aquiles Nazoa de Caracas abrió sus puertas para recibir a ...
Bienvenida al mundo de Tom y Ana
El 17 de agosto de 2025, la Casona Cultural Aquiles Nazoa de Caracas abrió sus puertas para recibir a las familias con “Las Aventuras de los Primos Tom y Ana”. Alexander Hurtado y Gabriela Rodríguez, en un montaje de cuentacuentos dinámico y participativo, trasladan al escenario la riqueza de la narración oral venezolana. Con un bolso repleto de fábulas y un hilo conductor basado en valores cívicos, la obra promete convertirse en una experiencia inolvidable para grandes y chicos.
Desde la primera nota de introducción, los espectadores se adentran en un viaje que trasciende la simple anécdota. El espectáculo combina técnicas teatrales con música en vivo y proyecciones de ilustraciones que representan la fauna criolla. Cada fragmento busca estimular la imaginación y reforzar valores como la amistad, el respeto por el entorno natural y el orgullo por las raíces rurales de Tom y Ana.
Pensado para un público de todas las edades, el montaje alterna momentos de humor, interacción directa con los niños y pasajes de reflexión tranquila. El escenario de la Casona Aquiles Nazoa, con sus muros restaurados y su atmósfera neoclásica, aporta un contraste perfecto entre historia y contemporaneidad, reforzando el carácter patrimonial de la experiencia.
Raíces del cuentacuentos en Venezuela
La narración oral se remonta a las agrupaciones indígenas y los relatos llaneros que viajaban de boca en boca alrededor de fogones. En el siglo XX, grupos como el Teatro de los Niños y narradores como Florentino González impulsaron la profesionalización de esta tradición. La Casona Cultural Aquiles Nazoa, inaugurada en 1976 y remodelada en 2022, ha fungido como epicentro de la promoción de las artes escénicas y la memoria popular caraqueña.
“Las Aventuras de los Primos Tom y Ana” retoma esa herencia al presentar historias cargadas de simbolismo animal. La orquesta de guacamayas, osos hormigueros y venados se transforma en metáfora de las distintas emociones humanas. Esta recurrencia de la fauna autóctona conecta al público con la biodiversidad venezolana y refuerza el mensaje de conservación.
En la última década, iniciativas comunitarias como “Cuentos en el Parque” han demostrado que la narración oral refuerza el tejido social. El montaje de Hurtado y Rodríguez se inscribe dentro de ese movimiento, sumando a la Casona Aquiles Nazoa al circuito de espacios que apuestan por contenidos pedagógicos y recreativos simultáneamente.
A nivel técnico, el show incorpora iluminación cálida y mobiliario móvil que reproduce un fogón campestre. Este diseño escenográfico no solo realza la atmósfera rural de los primos, sino que facilita la versatilidad de escenas: desde la ribera de un río hasta un jardín citadino.
Cómo las fábulas de Tom y Ana enseñan valores
El corazón del espectáculo reside en el relato de Tom y Ana, dos niños que llegan desde el campo a la ciudad con un maletín lleno de cuentos tradicionales. Cada historia se enfoca en un valor cardinal: la honestidad al compartir, la solidaridad con el prójimo y el cuidado de los animales del monte. La sucesión de relatos se enlaza con transiciones musicales y recursos de teatro de objetos, manteniendo el ritmo y la atención.
Estudios recientes en pedagogía escénica resaltan que el componente lúdico incrementa la retención de valores en niños hasta en un 45 %. Al combinar narración y práctica interactiva —preguntas al público, ejercicios de imitación de animales—, la propuesta de Hurtado y Rodríguez maximiza el aprendizaje emocional y cognitivo en una misma experiencia.
De manera paralela, la dramaturgia incluye momentos de improvisación que se adaptan a la respuesta de la audiencia. Al invitar a los niños a contar breves fragmentos o a diseñar un final alternativo, el montaje refuerza la autoconfianza y fomenta la creatividad colectiva.
El arte de la narración de Alexander Hurtado
Licenciado en Artes Audiovisuales y técnico en Teatro por Unearte, Hurtado combina formación académica y práctica teatral desde 2011. Su trayectoria abarca la dramaturgia de “Memorias de una pluma” y la dirección audiovisual de “P.A.P.Á.”, premiada en el Festival de Cine Venezolano. En “Las Aventuras de los Primos Tom y Ana”, su capacidad de modular la voz, conjugar música y movimiento, asegura una puesta rica en matices y sorpresas permanentes.
Su experiencia como docente en la EMPA se aprecia en la claridad de las explicaciones y el uso de analogías sencillas para conceptos complejos. Esa habilidad pedagógica hace que los más pequeños comprendan la moraleja de cada relato sin abandonar la sensación de juego.
Testimonios y experiencias de asistentes
María Gómez, madre de dos niños de 6 y 8 años, describe el espectáculo como “una ventana a la imaginación, donde mis hijos aprendieron sin darse cuenta”. Su testimonio refleja una de las intenciones centrales del montaje: educar a través del asombro y la risa compartida.
Enseñanzas Clave de la Aventura de Tom y Ana
La experiencia de “Las Aventuras de los Primos Tom y Ana” demuestra cómo la narración oral puede ser un vehículo poderoso de aprendizaje y cohesión social. A través de fábulas protagonizadas por la fauna venezolana y dinámicas de participación, el espectáculo refuerza valores como la honestidad, la solidaridad y el respeto al entorno natural. La combinación de música en vivo, teatro de objetos e improvisación convierte cada función en un espacio de creación colectiva, donde grandes y pequeños construyen significado juntos y refuerzan su identidad cultural.
El Viaje Continúa Más Allá del Escenario
Te invitamos a llevar la magia de Tom y Ana más allá de la Casona Cultural Aquiles Nazoa: comparte estas historias en casa, organiza tu propio círculo de narradores o promueve talleres en tu comunidad. Cada cuento es una semilla de imaginación y cada oyente, un posible narrador futuro. Que el bolso de relatos inspire nuevas voces y fortalezca nuestra memoria colectiva. La aventura no termina cuando cae el telón: comienza cada vez que alguien se atreve a contar.